SENA:

Oportunidades para todos los colombianos

Gabriel Cuestas Cuéllar

Periodista: Dirección General del SENA

Sairo Fernández, nacido en Curití (Santander), quien perdió las piernas en un accidente, encontró en el SENA una oportunidad para formarse e insertarse al mundo del trabajo

Gracias al SENA, los colombianos menos afortunados tienen la posibilidad de formarse, superar sus limitaciones y, así, mejorar las posibilidades de trabajo.

Es el caso de Sairo Moisés Fernández López, aprendiz del Centro Industrial de Mantenimiento Integral, del SENA en Girón (Santander), quien pese a su limitación física, es uno de los más sobresalientes del curso de Mantenimiento Eléctrico y Electrónico de Automotores.

“Ingresé al SENA, porque la electricidad es lo que más me gusta, y que me sirve para la vida. Sé que me puedo especializar en automotores, y montar mi propio taller”, expresa este joven que perdió sus dos piernas, al explotar un mortero, que, junto con otros amigos, encontraron abandonado, en la zona rural de su natal Curití.

El accidente se presentó cuando cursaba 7º grado en el colegio Eduardo Camacho Gamba de Curití. Una vez se graduó, lleno de optimismo y dispuesto a rehacer su vida, ingresó al SENA para aprender y especializarse en un oficio productivo.

Formación en el SENA

Todos los días llega cumplidamente al centro de formación. Con una pasmosa agilidad, baja de su tricimoto y cambia de “vehículo”, se coloca el vestuario y toma el material de trabajo -suministrados por el SENA- y se dirige al aula-taller de formación.

La experiencia vivida por Sairo ha sido positiva y gratificante, “gracias a la mano firme y al conocimiento de los instructores”. Sus compañeros también han sido fundamentales, porque “me estimulan a ir más lejos y no solo quedarnos en la parte eléctrica y electrónica, sino aprender más, sobre gas, sobre motores, sobre tipos de combustión.

Sobre su sobresaliente desempeño y aprendizaje en el SENA, afirma que “yo sé moverme debajo de un carro, subirme a un carro, revisarlo, porque he aprendido mucho acá en el SENA, pero, más que nadie, porque yo conozco mi propio cuerpo y sé hasta donde puedo llegar”.

Mirada al pasado

Sairo Moisés nació hace 21 años en el municipio de Curití, en la provincia de Guanentá, en Santander . Las huellas de la guerra lo dejaron marcado de por vida: “Unos amigos encontraron un artefacto y se lo llevaron para la casa, apenas yo llegué, vi que estaban jugando con él. De un momento a otro, explotó. Era un mortero. Murieron 2 amigos y tres resultamos amputados”, afirma, con una fuerte expresión en el rostro, mezcla de dolor y de nostalgia.

Exitoso deportista

Además del SENA, el deporte ha sido clave para el fortalecimiento de su espíritu, para lo cual ha contado con el decido apoyo del medallista -también discapacitado- Moisés Fuentes García y del técnico deportivo William David Jiménez Niño.

“Llegué a la natación por Moisés. Gracias a su apoyo, clasifiqué a los Juegos Nacionales y, posteriormente, a los Panamericanos Juveniles, donde gané 3 oros, 5 platas y 1 bronce. Actualmente, soy el primero en Colombia en la categoría S-6. Ahora estoy haciendo atletismo, pues ya superé las expectativas en natación”.