La belleza sí está por dentro. Divinas todas ellas.
Por Raúl Moreno Sierra - Raulete -
Colaboración especial para la Región
Como un presagio veíamos en la sonrisa, en el optimismo y la serenidad permanente de estas mujeres familiares de Consuelo y Clara un final feliz.
De golpe todos y cada uno de nosotros imaginábamos cada uno a su manera cómo sería ese regreso, en nuestras mentes imágenes de todo tipo y seguramente todos acertamos en que el final sería exitoso y feliz, como realmente fue.
Particularmente como creo que la gran mayoría se sorprendió al verlas a ellas, sí sorprendidos al ver esos rostros esas sonrisas y esas lágrimas del alma. Como al igual que sus familiares se veían serenas y caminaban seguras.
Clara Rojas y Consuelo González confirmaron la actitud, la entereza, la serenidad y la prudencia que ya sus familiares nos habían enseñado. ¡44 y 57, admirables! fue el título que pensé para esta columna, pues en medio de todo es lo que me tiene sorprendido y lo que quisiera preguntarles a ellas: Como se ven de bien.
Pero me parece tener la respuesta o la siguiente pregunta ¿se preocuparon desde niñas por tener una vida saludable, unas costumbres sanas? Ellas expresan lo que llevan en su interior, no de otra manera una mujer a los 57 o a los 44 años después de vivir los últimos cinco en semejantes condiciones se conserven tan bien, es increíble, no solo físicamente, también espiritualmente.
Clara Rojas y Consuelo González enamoran a primera vista, y cómo no si son hermosas y tienen la única belleza real ¡Belleza interior!
Por Raúl Moreno Sierra - Raulete -
Colaboración especial para la Región
Como un presagio veíamos en la sonrisa, en el optimismo y la serenidad permanente de estas mujeres familiares de Consuelo y Clara un final feliz.
De golpe todos y cada uno de nosotros imaginábamos cada uno a su manera cómo sería ese regreso, en nuestras mentes imágenes de todo tipo y seguramente todos acertamos en que el final sería exitoso y feliz, como realmente fue.
Particularmente como creo que la gran mayoría se sorprendió al verlas a ellas, sí sorprendidos al ver esos rostros esas sonrisas y esas lágrimas del alma. Como al igual que sus familiares se veían serenas y caminaban seguras.
Clara Rojas y Consuelo González confirmaron la actitud, la entereza, la serenidad y la prudencia que ya sus familiares nos habían enseñado. ¡44 y 57, admirables! fue el título que pensé para esta columna, pues en medio de todo es lo que me tiene sorprendido y lo que quisiera preguntarles a ellas: Como se ven de bien.
Pero me parece tener la respuesta o la siguiente pregunta ¿se preocuparon desde niñas por tener una vida saludable, unas costumbres sanas? Ellas expresan lo que llevan en su interior, no de otra manera una mujer a los 57 o a los 44 años después de vivir los últimos cinco en semejantes condiciones se conserven tan bien, es increíble, no solo físicamente, también espiritualmente.
Clara Rojas y Consuelo González enamoran a primera vista, y cómo no si son hermosas y tienen la única belleza real ¡Belleza interior!
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