ELECCIONES EN PITALITO
Llegó la hora para los laboyanos, propios y por adopción, de escoger este domingo en las urnas a la mejor propuesta de entre cinco que fueron presentadas por candidatas y candidatos a la alcaldía de Pitalito, así como por los más de 80 aspirantes a ocupar las 17 curules del concejo.
En el caso de la alcaldía, a las gentes de Pitalito, la mayoría sin intereses políticos de por medio, movidos solamente con el deseo de buscar el cambio para que alguien con responsabilidad rija los destinos de este municipio, se aprestar a marcar en el tarjetón el nombre y el logo del candidato que durante su campaña logró convencerlos de su capacidad, honestidad y buen sentido para gobernarnos.
Son cinco los aspirantes a la alcaldía, todos con una gran imagen de liderazgo, dentro de sus convicciones políticas y partidistas, que seguramente lograron calar entre las 62.960 personas hábiles para votar en el valle de Laboyos.
Lo bueno de esta campaña, que hay de dónde escoger.
Lo malo, que la mayoría de los candidatos enfocó su campaña en viajas y amañadas formas de politiquería, sin propuestas verdaderas de cambio para el municipio, utilizando dinero, dádivas y promesas que de nada le servirán a Pitalito.
Lo feo, que en el cierre de la campaña, en la última semana acudieran al desprestigio entre sí, con toda clase de artimañas, hasta las amenazas, los ‘voltearepas’ que se acomodan más que un desvelado, y las historias de la vida íntima de las personas.
Pero el pueblo es soberano, y elige al gobernante que se merece, y como las cartas están echadas, solamente nos queda esperar el resultado final de esta contienda, que más que un acto democrático y cívico, más bien era una tortura.
En el caso de la alcaldía, a las gentes de Pitalito, la mayoría sin intereses políticos de por medio, movidos solamente con el deseo de buscar el cambio para que alguien con responsabilidad rija los destinos de este municipio, se aprestar a marcar en el tarjetón el nombre y el logo del candidato que durante su campaña logró convencerlos de su capacidad, honestidad y buen sentido para gobernarnos.
Son cinco los aspirantes a la alcaldía, todos con una gran imagen de liderazgo, dentro de sus convicciones políticas y partidistas, que seguramente lograron calar entre las 62.960 personas hábiles para votar en el valle de Laboyos.
Lo bueno de esta campaña, que hay de dónde escoger.
Lo malo, que la mayoría de los candidatos enfocó su campaña en viajas y amañadas formas de politiquería, sin propuestas verdaderas de cambio para el municipio, utilizando dinero, dádivas y promesas que de nada le servirán a Pitalito.
Lo feo, que en el cierre de la campaña, en la última semana acudieran al desprestigio entre sí, con toda clase de artimañas, hasta las amenazas, los ‘voltearepas’ que se acomodan más que un desvelado, y las historias de la vida íntima de las personas.
Pero el pueblo es soberano, y elige al gobernante que se merece, y como las cartas están echadas, solamente nos queda esperar el resultado final de esta contienda, que más que un acto democrático y cívico, más bien era una tortura.
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