SOLDADO QUE PARTICIPÓ EN EL HALLAZGO DE LA GUACA, ESTÁ SECUESTRADO POR LAS FARC

Desde el 6 de abril de 2004, cuando guerrilleros del frente XIII de las Farc retuvieron a un soldado que prestó servicio militar en el batallón Magdalena y se incorporó como soldado profesional a una de las compañías móviles del sur del país, su familia no tiene pruebas de supervivencia.

Jair Chimbaco Vargas, de 20 años, participó en el hallazgo de la famosa guaca de las Farc en el Caquetá, y por ese hecho fue retirado de las filas militares, siendo detenido en la base de Tolemaida hasta el 22 de diciembre de 2003, cuando regresó a buscar a su familia en el valle de Laboyos.

Según indica su señora madre Luz Marina Vargas, el joven ex militar había conseguido la suma de cuarenta millones de pesos, producto de la guaca, dinero con el que adquirió un pequeño predio rural que le regaló a su padre para que no se ocupara más del oficio de mayordomo que toda su vida prestó a finqueros de La Plata y Pitalito.

Hacia menos de 6 meses que estaban posesionados de su finca en la vereda El Recuerdo, corregimiento de Criollo, y una noche, el 2 de abril de 2004, en plena Semana Santa, aparecieron cuatro individuos en su vivienda para indagar por Jair a quien requirieron con nombre y apellidos propios.
En la fiesta de Año Nuevo bailó y compartió con su familia.
Como el joven no fue localizado por los guerrilleros, optaron por secuestrar a su padre a quien se llevaron amarrado, con la advertencia de que si hasta el miércoles 6 de abril de ese año no se entregaba, tomarían represalias contra su familia.
Doña Luz Marina Vargas, fue visitada la noche siguiente al secuestro de su esposo, por otros individuos que se identificaron como miembros de las Farc y según dice, le reiteraron la amenaza, porque el plazo expiraba en la fecha señalada.

Ante ultimátum, resolvió ir a buscar a su hijo en Pitalito para comentarle que esa gente estaba hablando en serio.

En su relato en medio del llanto y la desesperanza, la mujer comentço sobre el particular.

Luz Marina Vargas: “Esa noche del 2 de abril que era viernes vinieron unos hombres armados preguntando por Jair, mi hijo, y como yo le dije a él que no saliera, entonces salió mi esposo y se lo llevaron diciendo que si el martes de la semana siguiente no aparecía, nos atuviéramos a las consecuencias. Al otro día volvieron por la noche a preguntarme por Jair, si ya había llegado, y como no estaba, entonces me dijeron que me daban de plazo hasta el martes 6 de abril, para que lo llevara a una de las veredas donde estaban, que ellos no respondían por lo que nos pasara y lo que le pasara a mi marido, si no se dejaba ver, porque querían hacerle unas preguntas, como una investigación, según entendí”.

La Región: Y entonces qué hizo?

LMV: “El 6 de abril que era un martes nos fuimos con Jair a buscar, haber si los encontrábamos, y claro, dimos con ellos por allá en la vereda de Kennedy de Bruselas, y nos dijeron que al muchacho lo solicitan para una investigación y nada más y que no me preocupara, que gracias porque colaboré llevándolo, y desde entonces he estoy esperando que lo dejen libre y hasta ahora no tengo ninguna información, ni buena ni mala”.

La Región: Dice usted que él había sido requerido por la justicia por el hallazgo de la guaca en el Caquetá?

LMV: “Sí, él estuvo en esa operación por allá en el Caquetá y por esa razón lo tuvieron detenido, en Tolemaida, y el 22 de diciembre lo dejaron venir para la casa, y fue cuando nos compró la tierrita como regalo de navidad. A él le habían dado 40 millones de pesos y no tenía más, y yo no se si sería por eso que esa gente lo andaba buscando. Yo creo que esa fue una maldición para nosotros y para él, porque fíjese que la tal investigación que le iban a hacer seguramente era para matarlo o yo no sé qué le habrá pasado, pero no tengo noticia de él y ya lleva más de tres años”.

La Región: Usted lo está buscando como secuestrado, y denunció el secuestro?

LMV: “Sí, a mí me tocó denunciar ante la fiscalía el secuestro, porque a mi hijo lo volvían a recoger para llevárselo preso por lo de la guaca y vivinieron los del ejército a llevárselo, y entonces con la copia de denuncia se les dijo que estaba en poder de la guerrilla, y no, no volvieron a decir nada”.

La Región: Que le quiere decir a los secuestradores?

LMV: “Que se conduelan de nosotros y nos digan si él está vivo o no, para quitarnos esa pesadilla, porque es muy duro saber que yo misma fui a entregarlo, confiada en que se trataba de una investigación y nada más, y mire, ya son más de tres años y nada. Que nos avisen dónde está su cadáver si lo han matado, pero que digan algo”.

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