CREEMOS EN EL PODER DE DIOS. EL NOS SALVO
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A las 9 de la noche, la pareja descansaba cuando de repente, fueorn advertidos de la golpe que a manera de pedrada interrumpió su sueño.
En cuestión de segundos, quedaron en medio de la oscuridad, el humo y tierra, producida por la violencia de la explosión .
Por fortuna para Octavio Figueroa Trujillo, de 77 años y su mujer, Martha Elena Samboní, de 51, no les causó lesiones físicas, pero sí emicionales, pues su casita, la nevera, el cilindro de gas, la estufa y los pocos muebles, que son su patrimonio, quedaron reducidos a nada.
"Nosotros no tenemos enemigos, ni negocios con nadie, a excepción de la venta de frutas que realizamos diariamente en nuestra carretilla por las calles de Pitalito. Entonces no comprendemos cuál fue el motivo de lanzar esa cosa a nuestra casa, que por poco nos mata. Gracias a Dios, porque creemos en su poder, El nos salvó de morir", dijeron Octavio y Martha Elena.
Hoy acuden a la caridad de la comunidad para que les apoye con algo para comprar las tejas para reponer el techo de su casa y comprar los elementos básicos para su cocina que fueron destruidos con el atentado.
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